24 enero, 2007

EL NÚMERO DE LOS NECIOS ES INFINITO


Que el número de los necios es infinito, ya lo sentenció en su momento el Eclesiastés. No obstante, el sabio Salomón, seguramente reclamado por los brazos de la Reina de Saba, no quiso entregarse a mayores imaginaciones -de ahí su sabiduría proverbial- y no alcanzó siquiera a sospechar el grado excelso de necedad que habita, late y se autoalimenta en la clase política española.

Ya dejó dicho Ortega que a la política se dedicaba quien no servía para otra cosa. Como también dejó dicho -apenas unos párrafos más abajo- que sorprenderse es la delicia vedada al futbolista, y que al filósofo se le reconoce por andar por el mundo con los ojos abiertos como platos.


Y no como platos, ni siquiera soperos, sino como fuentes de "perigüela" para asar cordero se me abren los ojos cuando leo cada mañana los denodados empeños que hacen cada día los políticos por superarse en su imbecilidad, evacuando sus ocurrencias, bien por la inexorabilidad de un apretón, por exictarseles los músculos del intestino cerebral ante la presencia de micrófonos y cámaras, bien tras una lenta y pesada digestión o reflexión. Molestia esta última que se podían haber evitado.
Ya dice un proverbio japonés que pensar mucho y mal es como no pensar. Y yo diría que es aún peor, mucho peor incluso, p
ues ya se sabe que tipo de mostruos produce el sueño de la razón. Y a ver luego quiÉn se atreve a ponerle el cascabel al gato.

Si Ortega se hubiera preguntado por qué el político no servía para otra cosa, sin duda hubiera dado con la causa, que no es otra que la exigencia de dicarse en cuerpo y alma, el duro entrenamiento al que hay que someterse para ser tan zotes, tan necios y tan torpes.

En los próximos días desgranaré, una por una -si no cambio antes de propósito- tan sólo tres de las perlas de nuestros políticos que hoy se pueden encontrar en la prensa matutina. ¿Cuáles serán?


Y dice el Eclesiastés: 1:14 Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
1:15 Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse.

Salud!
Oscar M. Prieto

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese Frank!
Habrá que hacer una fiesta para la visita 15000, no?

Anónimo dijo...

Habrá que hacer una fiesta, con cabezudos y todo, con alegres dianas y pasacalles, con misa concelebra y baile vermout.
Habrá que hacer una fiesta. No lo dudes Cosmo.

Anónimo dijo...

Estimado Oscar, tras una larga ausencia, algo a lo que soy proclive en días sde tanto estrés como los que estoy pasando, he decidido regresar, aunque no sé aún con qué frecuencia. Cuánta razón tienes, la idiocia crece por doquier en este país(por eso el año que viene me largo para no volver nunca más espero....)pero desde luego los políticos se llevan la palma. Por cierto, me encanta el nuevo look del blog, con la foto de la Tyrell Corporation de "Blade Runner", y no se me olvida tu libro, lo tengo aparcado pero lo leeré cuando termine los exámenes. Un saludo desde mi habitación, donde todos los del exterior me parecen unos cretinos. Ignatius Really.

PD: Cada vez pareces más un cura con esa barba y esos jerseys de pico que llevas ultimamente. Prefería al Oscar "Obregón" anclado en los 15 años jajjajajaja......

Anónimo dijo...

Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos, aclamen los montes
a Paul, que llega de nuevo a Metacosmia.
TE damos la bienvenida y no nos sentimos ofendidos por tus comentarios sobre mi vestimenta.
Y te emplazo a que acabes la novela.
Suerte en tus exámenes.

Anónimo dijo...

jajajajjaja, Vielen Dank!!!!

Anónimo dijo...

Nicht zu danke.

Anónimo dijo...

UN ABRAZO ÓSCAR.

El abue (Kevin)