28 febrero, 2008

LA PALMERA

Lleva horas comenzando a atardecer. Más que un tránsito o trámite, luz y noche prolongan su apacible conversación de sobremesa y no quieren separarse. Al parecer, en esta época del año que atraviesa en diagonal el tercer meridiano, un mismo atardecer puede durar varias semanas.

Los escarabajos y otros coleópteros aprovechan a hacer el amor sobre la arena, sin frenesí y con movimientos delicados, disfrutando del placer de la lentitud.


Comienzo a vislumbrar el papel que la perspectiva y la proporción juegan en este cosmos donde soy recién llegado. También en las condiciones a priori del conocimiento, tiempo y espacio. Incluso, lo que en otros universos sería simple cardo, aquí es palmera engominada.

Un hombre se dirige al mar y se transforma en pez.
Debo leer a Anaximandro.

23 febrero, 2008

EL RÍO


Esa es su condena, con sus orejas altas presienten cualquier movimiento, se asustan y se van dando saltos. De las tres, ninguna mira atrás.
Es mi hermano quien aparece ahora, las manos en los bolsillos como si llegara puntual a una cita. Cualquiera en mi lugar dudaría de haber despertado ¿Las liebres? ¿Mi hermano? ¿Cómo ha podido seguirme hasta aquí?
En Patacosmia todo es posible y puede suceder al menos una vez.
Me incorporo, nos abrazamos. Parece que adivina cuál va a ser mi primera palabra y me silencia, me dice que no le llame por el nombre que yo conozco de él: es el antiguo. Cuando llegue el momento me dirá el nuevo.
Me pide que le siga, y caminamos en silencio hasta llegar a un río. Con un gesto me indica que entre en la corriente.
"El río te curara de tu mal: la espera".
Claro, la corriente me muestra a la altura de las rodillas que todo llegará y también que todo lo que llegue se irá sin detenerse. Estoy curado de la espera y de la esperanza.

21 febrero, 2008

EL MAR



Me quedé dormido en la orilla con las páginas en mi regazo.
Cuando desperté, mar y libro se habían retirado.

Tres liebres, con las patas delanteras levantadas, me observan como si nunca me hubieran visto, y sin embargo me recordaran.

La memoria es el mar que a veces se retira, al despertar.

Theut quiso complacer a Thamus y le regaló la escritura y con ella los libros como antídoto contra el olvido.

Sin darse cuenta, inició así la devastación de la memoria.

18 febrero, 2008

THALES


Los Libros que desarollan la Historia de Patacosmia, están protegidos por el mar. O tal vez es el mar quien proteje de ellos. Pues nadie aquí puede concebir tanta sucesión de instantes y de acontecimientos, tanto tiempo.
A diferencia de otros universos, la trayectoria aquí, la intención, ha ido de lo más complejo a lo más simple, como si el aprendizaje fuera un acto de higiene.
El último filósofo que aparece en los Libros, es decir, el más reciente, pero que ya ha alcanzado el entusiasmo, es Thales. Su teoría es de esta misma mañana: La imagen que tenemos del universo, nuestros pensamientos sobre él, es de agua.

También ha demostrado que los filósofos pueden enriquecerse fácilmente si quieren, pero no lo hacen pues sus anhelos son otros.

12 febrero, 2008

PATAFIRENZE

Las alfombras de las salas de palacio amortiguan sus pisadas, pero no lo suficiente, los dos saben que esa no es su casa. Se les oye avanzar, detenerse ante un Rafael, volverse porque cuelga un Tiziano a sus espaldas -les observa con ojos que ya vieron hace siglos-, girar de nuevo sobre los talones y comparar el distinto dominio del color y de la luz y del conocimiento de los rostros humanos y del alma de los hombres de ambos maestros.
Detràs de las cortinas, de las vetustas cortinas, los balcones, la ciudad, los blasones, un rio y los puentes que lo salvan, y la cùpula flotando sobre un cielo azul de mediados de febrero, mezcla de sol y de frio, igual que aquella lo es de piedra y aire.
Genio Brunelleschi.
Grappa milagrosa.
Libros escritos en un lenguaje extraño que, piano piano, torna el viento claro. No se han visto pàjaros
Es posible que exista otra Florencia en Patacosmia? Arderán tambièn aqui las vanidades?
O se trata tan sòlo de un bello recuerdo? De una traiciòn hermosa?
"No aceptes los lugares comunes, no por comunes, si no por ajenos"
Teletransportaciòn. No es necesario facturar maletas.

06 febrero, 2008

FENÓMENOS

En este aquí dotado de ubicuidad, las cosas aparecen. No están -estar es un modo de ser prolongado-. Aparecen, sólo cuando las descubres, cuando llegas a ellas intencionadamente o por casualidad o error.
El entorno -mares, árboles, coches, farolas, mobiliarios,...- el medio y los otros, no abandonan el estado noeuménico para alcanzar el nivel de ser de los fenómenos, hasta que no se actúa sobre ellos. Es algo así como el blanco de los huevos fritos.
Más que la televisión, la realidad aquí, en Patacosmia, es interactiva y uno no puede dejar de sentirse un poco creador.
Cuando te vas, todo lo que era hasta ese preciso instante, desaparece sin dejar huella, ni memoria. Sólo es posible el conatcto, el sentido, la vida, en el presente.
Sí, tiene algo de fugaz, pero está libre de cargas.

03 febrero, 2008

LLEGAR INADVERTIDO


TAmbién llueve en Patacosmia.
Mejor así!
Es una lluvia que huele a recién destilada. Seguro que tiene una buena gradación de alcohol.
Me resultará más fácil pasar inadvertido.
¿Habrá calles aquí?
¿Habrá calles atestadas de gente?
calles atestadas de gente.
calles atestadas de gente.
¡Cálmate!
Me calmaba pasear por las calles atestadas de gente y esquivarlos sin dejar de observarlos. Para todos tenía una mirada, aunque se me avalanzaran por millares. Me provocaba el mismo efecto que un tranxilium, pero mejor.
Lo echaré de menos, si aquí la gente no sale a las calles a mezclarse, con la urgente necesidad o mono de sentirse uno más, parte prescindible del cosmos y del entramado social.
¡Qué carga si uno se sintiera imprescindible! ¡Qué responsabilidad! ¡Qué tentación, si el universo todo dependiera de uno, de mandarlo a paseo!
Por eso las calles.
Y si llueve mejor.
Mejor inadvertido. Anónimo. Irresponsable