30 noviembre, 2007

NUEVE





(El cosmonauta, dentro de la esfericidad de su escafandra, recuerda algo que leyó y que ahora recupera gracias a la circularidad de una memoria no motivada, que da vueltas y vueltas porque los tecnólogos olvidaron introducir en la computadora las coordenadas de un destino posible:
"Los zahoríes, curvados por la ráfaga de viento y de fuego, recorren el mundo llenándolo de gritos desesperados porque el avellano ya no se pliega a la voz del agua. Por otra parte, hombres, ya no queda agua para vuestra sed"
¡Cómo podía imaginar que llegaría un día en el que los números - a los que nunca había prestado demasiada atención- ) fueran los únicos en los que podría confiar!)

27 noviembre, 2007