30 septiembre, 2008

LA VISITA II

Antes de continuar, quiero aclarar para aquellos que hacen complot contra lo imposible, que no vino a visitarme en sueños, ni tampoco por los pasadizos de las páginas. No. Vino él en persona. ¿Cómo explicar si no que oyera el sonido físico cuando llamó a la puerta?

Era él. No os quepa duda.

Esta mañana he tomado el tren que lleva hasta El Tigre. Luego una lancha que me ha dejado en una quinta de recreo –El Tamet-. En una pequeña isla llena de árboles y pájaros.

¿Encontraré aquí las rosas y las letras? ¿Se refería a esto?

Desde que he desembarcado un perro me acompaña fiel y silencioso. Ahora mismo dormita bajo la silla en la que me he sentado a esperar, a ver qué pasa. Pasa el río. También vino un gato, pero se fue luego.

Una isla. La que ha elegido el azar.

Espero mientras escribo esto.

Llega una barca. Baja una mujer. Me encuentra bajo la sombra redonda de un paraguas.

- Supongo que eres Oscar.

Asiento con la cabeza sin abrir la boca.

- Entonces, esto es para ti –me entrega un papel doblado en ocho- Adiós.

Hubiera querido decirle adiós también, pero no he tenido la certeza de mi voz.

Pienso antes de desdoblar la nota, que hoy esperaba una noticia del Norte y no ha llegado.

¡Qué le vamos a hacer!

Me levanto. Miro al perro, miro al río, miro al cielo y escucho el cacareo de las gallinas de la isla de enfrente.

El poeta Zuhair comparó el destino con un camello ciego.

Quién no ha sentido alguna vez que el destino es fuerte y es torpe, es inocente y es también inhumano.

Jorge Luís Borges.

4 comentarios:

Rafa R. Palacio dijo...

Charlas con Borges, exportas vacas de León a Argentina, te asocias con un perro... parece que está siendo productiva esta visita.
esteeee, guau.

Anónimo dijo...

"...Ya no seré nunca más Jorge Luis Borges cayendo entre tus brazos..."
que poesía tan buena)

Anónimo dijo...

No nos dejes así! Cuál es el poema?

Anónimo dijo...

Yo he puesto dentro de la sorpresa el destino y lo espero todo de él
en ella, de ella.
J. R. Jiménez