23 junio, 2006

METACOSMIA

A vosotros que habéis adorado al Sol en su apoteósis y habéis recibido del Solsticio dones y energías para recorrer la segunda parte del año, amigos, yo os saludo.

Como os habréis dado cuenta hemos cambiado de nombre: METACOSMIA. Cómo sabéis hace tiempo que le dábamos vueltas pero había que esperar al momento propicio. Y el momento ha llegado. Los tiempos se han cumplido.

Más de un siglo llevan los científicos dando vueltas en busca del grial de una teoría capaz de aunar las cuatro fuerzas: la gravedad, el electromagnetismo, la nuclear débil y la nuclear fuerte. Ahora parece que la más en boga es aquella que habla de la multiplicidad de universos y de universos paralelos. Se conoce como la Teoría de Membranas y es una derivación de la Teoría de Cuerdas.
En el siglo VI antes de Cristo, Anaximandro de Mileto llegó al convencimiento de la existencia de una multiplicidad de mundos, cosmos. Entre ellos, intermundia, a modo de límite o hiato, y por lo tanto indeterminado e imposible de conocer en sí mismo, existe METACOSMIA.
El bueno y sabio de Epicuro, entre los siglos IV y III antes de nuestra Era, preocupado por la felicidad del hombre, combatiendo los motivos que provocan la infelicidad -la muerte, los dioses y lo que está por venir-, nos advirtió ya que no debíamos temer a los dioses pues en nada se preocupaban de los hombres. La morada de los dioses para Epicuro era el metacosmos, los límites, los espacios entre mundos, cosmos, universos: METACOSMIA
Decía Aristóteles que fuera de la polis, que era lo propio de lo humano, sólo pueden vivir lo subhumano -bestias y bárbaros- o lo suprahumano -los dioses-. Tal y como se están poniendo nuestras polis, nuestras ciudades, nuestro mundo, en el que cada vez hay más miseria y más miserables, en el que la mentira ya ni siquiera necesita ser refinada o bella y la ignorancia se ha vuelto violenta, mejor será que busquemos un espacio alejado de toda disputa, de toda lucha y dejemos de preocuparnos por los hombres.
Allí, en Metacosmia, entre la banalidad de cualquier mundo posible, entre la trivialidad de cualquiera opción humana, sin ser la virtud entre extremos viciosos, podremos dormir sin demasiado ruido.
Bienvenidos!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Un billete para mi, solo ida!!!!!!

Anónimo dijo...

Esta es la mejor entrada que has escrito hasta ahora en el blog Óscar. Felicidades. La más interesante y la más poética también...Por cierto, y en referencia a este tema (que me sigue fascinando) os recomiendo la edición renovada de la Historia del Tiempo de Stephen Hawking ("Breve Historia del Tiempo" se llama ahora) y "El Universo en una cáscara de nuez". Dos libros muy didácticos, sorprendentes y amenos (en contra de lo que pueda parecer). También hay otro libro muy bueno que habla del origen del Universo en un tono mucho más poético y menos científico pero no por ello menos interesante, todo lo contrario: "La Historia más bella del mundo" de Hubert Reeves. Felicidades otra vez, me has alegrado la mañana!

Anónimo dijo...

Gracias por tus ánimos.
No sé si es el mismo, porque hay una serie, pero yo leí "La Historia más bella de la Tierra" y es un auténtico lujo, en cuatro entrevistas.

Anónimo dijo...

A partir del atomo..
"Historia de un atomo" de Lawrence M. Krauss, y "El sistema periodico" de Primo Levi.

Anónimo dijo...

Si queréis leer un libro verdaderamente lleno, os recomiendo "El fuego secreto de los filosofos" de Patrick Harpur.
Os dará felicidad, sin duda.

Pd: Respecto a lo poético, comprederás que lo reserve para mi novela, que ya estoy a punto de acabar

Anónimo dijo...

igual hasta me la leo fíjate.....jajjjjaja

Anónimo dijo...

no hay verdaderas librerias en esta tierra cansada y durmiente,y pobre, como mujer despues de una noche de tirones.
tal vez sea porque el mar lo sabe todo.
tendré que pedirlo, tu libro, no te olvides de dar noticia de su salida y todas las coordenadas "celestes" para que lo pueda pedir. Gracias.