Casi todos vosotros, excepción hecha de los narcolépticos y los aquejados de tripanosomiasis, además de los nihilistas, coincidiréis conmigo en que antes de levantarse uno de la cama conviene despertar, o despertar en los minutos inmediatamente posteriores al alzamiento.
Yo, hoy, sin embargo, me he levantado, me he vestido, he hecho la maleta, he venido a la universidad, he desayunado, he leído distintos periódicos digitales y revisado el correo, he firmado unos cuantos papeles -que siempre hay que encontrar un hueco para el trabajo- y entre otras muchas cosas, también he dejado la cartera en casa. Y todo esto, sin haberme despertado aún.
Ahora estoy sentado, hipnotizado por un cuarteto de mirlos que se alimentan de lombrices bajo mi olivo.
Menos mal que la DGT -dirección general de tráfico- no ha caído en la cuenta, de momento. No me extrañaría que el día menos pensado me encontrara en los paneles luminosos de la carretera un anuncio como el que sigue: Campaña de control de despiertos. O este otro: Campaña de control de dormidos. Y verdaderamente, pienso que debe ser peligroso conducir dormido.
Pero por ahora continúan con la de alcoholemia. A las madrugadas que yo vengo, veo como paran a los camiones sobre todo. Yo no me extraño. Estos últimos meses, coincidía en el desayuno en la cafetería de la facultad con unos cuantos albañiles y peones de albañiles. Sin inmutarse se tomaban una cerveza de tercio para acompañar el bocadillo de tortilla y luego, seguramente como digestivo, ninguno abandonaba la fila de la barra antes de tomar tres buenos vasos de Ruavieja o El afilador. Yo les veían como sus ojos se tornaban vidriosos y sus miradas resbaladizas y pensaba que así no hay prevención de riesgos laborales, ni red, ni de casco, ni caldera, que impida los accidentes en el trabajo. Lo extraño es que no haya más.
Esto me recuerda que os había prometido contaros lo que es, lo que era más bien, la parva. La parva no es más que el desayuno que hacían los labradores antes de ír a los bancales, luego de mañana, de madrugada. Era un desayuno a base de orujo y un mendrugo de pan, si lo había, o una pasta, que era más difícil que la hubiera. No es que les gustara ir trigueños a darle a la azada, a seguir el surco, sino que era la única manera de entrar en calor. En mi pueblo queda todavía un bar que abre para dar la parva, pero dudo de los que van a ella, vayan luego a trabajar. Les habrá quedado el hábito después de tantos años.
¡Cantad, vitoread, tocad!
Yo, hoy, sin embargo, me he levantado, me he vestido, he hecho la maleta, he venido a la universidad, he desayunado, he leído distintos periódicos digitales y revisado el correo, he firmado unos cuantos papeles -que siempre hay que encontrar un hueco para el trabajo- y entre otras muchas cosas, también he dejado la cartera en casa. Y todo esto, sin haberme despertado aún.
Ahora estoy sentado, hipnotizado por un cuarteto de mirlos que se alimentan de lombrices bajo mi olivo.
Menos mal que la DGT -dirección general de tráfico- no ha caído en la cuenta, de momento. No me extrañaría que el día menos pensado me encontrara en los paneles luminosos de la carretera un anuncio como el que sigue: Campaña de control de despiertos. O este otro: Campaña de control de dormidos. Y verdaderamente, pienso que debe ser peligroso conducir dormido.
Pero por ahora continúan con la de alcoholemia. A las madrugadas que yo vengo, veo como paran a los camiones sobre todo. Yo no me extraño. Estos últimos meses, coincidía en el desayuno en la cafetería de la facultad con unos cuantos albañiles y peones de albañiles. Sin inmutarse se tomaban una cerveza de tercio para acompañar el bocadillo de tortilla y luego, seguramente como digestivo, ninguno abandonaba la fila de la barra antes de tomar tres buenos vasos de Ruavieja o El afilador. Yo les veían como sus ojos se tornaban vidriosos y sus miradas resbaladizas y pensaba que así no hay prevención de riesgos laborales, ni red, ni de casco, ni caldera, que impida los accidentes en el trabajo. Lo extraño es que no haya más.
Esto me recuerda que os había prometido contaros lo que es, lo que era más bien, la parva. La parva no es más que el desayuno que hacían los labradores antes de ír a los bancales, luego de mañana, de madrugada. Era un desayuno a base de orujo y un mendrugo de pan, si lo había, o una pasta, que era más difícil que la hubiera. No es que les gustara ir trigueños a darle a la azada, a seguir el surco, sino que era la única manera de entrar en calor. En mi pueblo queda todavía un bar que abre para dar la parva, pero dudo de los que van a ella, vayan luego a trabajar. Les habrá quedado el hábito después de tantos años.
¡Cantad, vitoread, tocad!
13 comentarios:
¿estas insinuando que los accidentes laborales son a consecuencia de la cerveza que los currantes se toman en el almuerzo?, porque ya hay que echarle "huevos" al asunto....
Estoy convencido que hay más causas.
Pero si te resulta más fácil simplificar...
Cómo voy a evitar que te deslices por la pendiente de la demagogia?
....pensaba que así no hay protección de riesgos laborales, ni red que impida los accidentes en el trabajo.
Lo extraño es que no haya más.... HABRÁ MAS CAUSAS pero no es lo que has puesto en el blogg. Prefiero ser demagogica, y defender a la gente que hace que puedas estar comodamente sentado en tu despacho, a ser clasista y pintar a los albañiles como trabajodes borrachos, cuando seguro, que la mayoría de las veces seguro, que bebe más el patrón que los trabajadores. No sé.. propón que a los albañiles muertos en accidentes laborales que les hagan la prueba de alcoholemia, es que... que mal pensandos que somos la mayoría, mira que culpar a la patronal de las muertes de sus empleados.
Perdone usted pero esa gente no hace que yo esté cómodamente sentado en mi despacho.
La lucha de clases es un concepto trasnochado, siento que no te hayas dado cuenta todavía.
Y respecto a los albañiles de los que hablo puedo asegurar que iban en esas condiciones a trabajar porque desayuné con ellos durante unos cuantos meses.
Que seas feliz.
como se nota que no os habéis metido un "pelotazo mañanero"!!, corréis riesgo de sobriedad, PREVENCION!!
son las matriculas de los hijos de los albañiles los que pagan tu salario, para que luego te dediques a criticar a sus padres en horas de trabajo..,
que tenga un buen día...
Qué bonito debe ser ver el mundo con tanta sencillez, con tanta simpleza.
Ignorar la complejidad es, generalmente una de las características de las ideologías, y sin duda la razón principal de su éxito. Pero sin duda debe hacer feliz.
Feliz como hace un mapa, es pequeño mapa que es tu discurso trasnochado, tu patrón y proletario, que en nada se ajusta a la realidad.
¡Me pone la carne de gallina el tono en el que dices "... son los hijos de los albañiles..."!
Qué retórica tan traspapelada! Y cuánto daño ha hecho, y sigue haciendo por lo que veo!
BUENO Y DIGO YO:
LA PARVA ES TAMBIÉN UN REPLIQUE DE CAMPANAS QUE SE TOCA CUANDO MUERE UN NIÑO O UNA NIÑA, Y LA VERDAD ES QUE ES BASTANTE BONITO E IMPRESIONA CUANDO LO ESCUCHAS POR QUE TIENE UN TIMBRE INFANTIL Y ALGO DESGARRADOR. POR QUE LA MUERTE SIEMPRE NOS ES EXTRAÑA PERO MAIS CUANDO SE ADELANTA EN EL TIEMPO.
( AHÍ VA, AHÍ VA PARA EL CIELO SE VA....)
Por desgracia lo escuché este mes de enero, una mañana de domingo que neveba. Y sí, tienes razón, es desgarrador.
Parvo en ideas te veo amigo anonmius, o tal vez párvulo.
Tengo que decir algo, la cuestion se ha vuelto seria, algo de inteligente,algo que concilie...pero hoy no me siento tan inteligente, que puedo decir,...bueno!!pido un prestamo, si lo pido.........., ahora llega, ahora llega, sale, sale, sale.....................................
"L'uomo è misura di tutte le cose, di quelle che sono in quanto sono, e di quelle che non sono in quanto non sono".
De su despertar,de su memoria y de su cartera, de la cerveza que bebe, de la cafeteria que elige, de los papeles que encuentra, de los accidentes que causa y de los que sufre...
Mejor no me ha salido
Lo que he estudiado en Italia, me gusta recordarlo en Italiano.
Joder como está el patio no? y eso que llevo una semana sin aparecer por aquí! jajajajjaja...Estoy de acuerdo con Oscar (lo cual es harto difícil): ni son las matrículas de los hijos de los albañiles las que pagan su salario (es más que probable que no eduquen a sus hijos ni los predispongan para hacer carrera universitaria)ni deberían ir a trabajar borrachos como cubas (yo también doy fe de que lo hacen, los veo a diario y digo "borrachos como cubas", no "un poco piripis" ojo...), pues por mucha prevención de riesgos laborales si no ves ni por dónde vas no hay red que te salve de caer al vacío. Si todos trabajásemos con ese nivel de embriaguez es probable que España se fuera a la debacle en un par de días...
Y sí: tu discurso está trasnochado usuario anónimo, no me vengas con que los albañiles son nuestros salvadores porque muchas veces no saben ni construir a derechas dos paredes maestras (probablemente por culpa del orujo, y cualquier día te lo demuestro enseñándote las chapuzas tan farónicas que han hecho con los edificios de mi campus, famosos por por tener grietas e irregularidades tan absurdas-suelos inclinados, paredes torcidas-que parecen contruidos por un rebaño de ovejas...).
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