LA PRIMAVERA HA VENIDO NADIE SABE CÓMO HA SIDO

La primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido.
¡A buenas horas, mangas verdes! Me dirán ustedes, y me dirán con razón y con derecho.
Pero que nadie se preocupe ya. Que todo el mundo esté tranquilo. Ya están aquí. Ya han llegado: ¡Ya llegan! ¡Ya llegan! Ya se oyen sus altos clarines. La división acorazada de la conciencia, la guardia de corps de las esencias morales se presenta orgullosa: son las rosas blancas.
¡Cómo iban a faltar a este convite la legión de mujeres actrices, o actoras que ya ni sé como se dice! Aquí están y se van a manifestar -qué otra cosa podría hacer! Acaso saben hacer algo más que manifestarse? No es lo suyo actuar?- los 24 de cada mes por la paz. Como si fueran las Hijas de María, como si fueran de la Adoración Nocturna, como se va al campo de rogativas, ellas se manifiestan por la paz, que viene a ser una versión moderna y progre de lo anterior.
Dicen que quieren emular a las grandes mujeres que han luchado por la paz. Empiezo a sospechar que sus vidas deben estar algo vacías. ¡Qué pena que no les haya nacido este deseo antes y se hubieran manifestado durante todos los años que lleva asesinando ETA los primeros jueves de cada mes junto a mujeres viudas, madres sin hijos, víctimas: Ellas si que son auténticas luchadoras de la paz. Ellas son la paz.
Hablando de mujeres, y aprovechando que hemos superado la barrera de los tres mil, quisiera ofreceros a todos los que nos seguiís, en agradecimiento, una especie, un cotilleo, una noticia rosa para desengrasar un poco y tener algo que comentar en el café.
La señora Vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa, se nos casa en el mes de octubre -creo que el 16, pero como no recuerdo la fecha no lo aseguro-. Y se nos casa con otra mujer. Pués yo les deseo de todo corazón toda la felicidad, como firme defensor de la libertad individual que soy. Pero creo que para este viaje no hacían falta tantas alforjas.
Ahora se entiende lo de los viajes a África sólo para mujeres y lo de las cenas en El Pardo sólo para mujeres.
Dejadme que me despida por hoy con una reflexión del genio inigualable de Francisco de Quevedo:
Porque todas las cosas son más perfectas cuando se hacen a menos costa y con más orden, mandamos que siendo, como es, necesario en el mundo el castigo para los malos, en lugar de potros y verdugos se use de necios.
Que seáis felices!
Oscar