
En un camino que llegaba o partía me encontré de nuevo con Paul Newman. Me ofreció en su casa una habitación de techo y paredes azules orientada al amanecer y que se llenaba de sol cada mañana.
Yo le señalé el cielo, indicando lo nublado que estaba y lo inútil que resultaría la orientación y el azul en ausencia de sol, acolchonado como estaba entre tan tupida maraña de nubes.
Paul no me respondió, hizo gesto de que le siguiera.
Atrás dejo los árboles.
Allá ellos!
8 comentarios:
No existen habitaciones como esa que dice Paul!
No vayas con Paul, es un impostor.
Me gusta el Servicio de Apuestas y Pronósticos, lo pondría en la planta de encima del Servicio de Vicios y Malos Hábitos.
No me puedo creer que hayas dejado atrás a los árboles. Qué van a hacer ahora? Te necesitaban
Paul...qu eojos Paul...
yo también me voy con Paul.
Si me dices ven lo dejo todo...
Ay que dolor...!!
Anda ya! tú... no te atreves!
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