15 diciembre, 2008

LA CONSPIRACIÓN VI

¡Qué ironía fatal!
Fueron ellos quienes cayeron en su propia trampa: en el espejo. El espejo que habían dispuesto para atraparla a ella, ingénuos, les atrapó a ellos.

No habían aprendido nada de Narcisus.
Ahora ya es inevitable, se ha consumado la tragedia.
Mientras ellos se contemplaban en las aguas del atardecer y de la melancolía, mientras dejaban fluir sus deseos como recuerdos, un escuadrón de taladores, debidamete equipado, arrasó los pinares.
Se llevaron en camiones millones de árboles de Navidad, para adornar de muerte hortera todo el planeta.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, ¿hay nuevo libro bajo el sol de invierno?
Algo he oído por ahí por eso te lo pregunto.
Saludos desde el frío.
P

Anónimo dijo...

Quién me lo pregunta?
O

Anónimo dijo...

Paulino, y en su nombre yo.
¿Hay algo a la venta? ¿dónde?
Un saludo y enhorabuena por los textos.
P

Anónimo dijo...

Dónde lo has oído?

Sí, habrá algo, está en el horno ya, os avisaré, muy pronto.
Gracias.
Salud

Anónimo dijo...

un espejo que fluye,...., uhm, se trata de una trampa mortal, efectivamente.

Anónimo dijo...

Qué es eso de un libro? Cuenta, cuenta.

Anónimo dijo...

Si es que se veía venir!

Anónimo dijo...

Y ahora????

Anónimo dijo...

Astorga es pequeña y grande a la vez.
somos como los de Bilbo. je.
Un saludo y a la espera de ese libro!
P

Anónimo dijo...

He visto una bolsa de plático atrapada en la rama de un árbol.
Ayer ya estaba.

Anónimo dijo...

La tarde asoma con peligro. Que cada uno se guarde de sí mismo.

Anónimo dijo...

Es una hembra, si. He visto varias parejas acechando...
Piornal.