Siempre he pensado que debería haber una asignatura (podría ser una optativa9) en la carrera de Arquitectura que fuera "Arquitectura a pié de carretera". Por alguna razón ese es un espacio en el que las modas y tendencias sucumben ante la singularidad y la atemporalidad de las manifestaciones artísticas. Hay un cierto ámbito de libertad expresiva e incluso de atrevimiento de formas y conceptos, seguramente producto del capricho del propietario, en esos hoteles, cafeterías y clubs de carretera.
!! Creatividad al fín!! ruptura de la normativa, transgresión y posmodernidad en esos moteles de ladrillo castellano terminados en almenas orgullosas coronadas con luminosos y rótulos en sinuosas letras mayúsculas.
Y los colores...la cal rosa diría que es una pequeña tendencia en los clubs de carretera, con nombres tan poéticos y españoles como "Los Abanicos".
Y los colores...la cal rosa diría que es una pequeña tendencia en los clubs de carretera, con nombres tan poéticos y españoles como "Los Abanicos".
Y los bares, yo diría que lo dan todo! saben que el viajero que para es un fantasma de otro mundo que se va para no volver, por eso a veces, la profusión de chismes, quesos, chorizos y mieles llega hasta el exceso. Los bares de carretera temen ser invisibles. Te abruman con sus licores y mantecados, y en algunos casos con su iconografía religiosa (como en Casa Pepe), para que vuelvas otra vez y rompas el hechizo.
Hay que entender y hasta justificar la anarquía de las carreteras, como en las "Road Movies", hay algo melancólico e iniciático en el viaje por carretera, es como si aún pudiéramos ver el tiempo atrapado en cada Kilómetro, casi como ser siempre un poco adolescente...
EPILOGO: Para Casa Pepe, la Taberna de Córdoba, dónde saboreamos una delicatessen como las berenjenas con miel de caña o la tortilla de rabo de toro. Prometemos volver. Un año de amor.
Besos Patbel.
4 comentarios:
Yo no entiendo de estéticas y de arquitecturas, lo que si sé es que en estos bares de carretera son en el único sitio donde puedo encontrar casettes de los conjuntos que me gustan.
En el km 221 o 224 de la A6, dirección a La Coruña, hay una estación de servicio -que es así como ahora se llaman- en la que tienen un queso de oveja (al lado está la fábrica)que es una delicia.
Querida Pat:
nadie hubiera elegido un adjetivo mejor para calificar la iconografía de Casa Pepe (no la de Córdoba, sino la de Despeñaperros): regiliosa, porque es auténtica devoción la que sentimos por nuestro Caudillo, que se fue y nos dejo en este valle de rojos y de lágrimas.
Arriba España.
En cualquier caso las carreteras ya no son lo que eran, ni tampoco los automóviles.
Antes, para cualquier viaje uno se dotaba hasta de cantimplora y manta. Todavía recuerdo un viaje en un 127. Aquellos si eran odiseas, entonces si se vivían emociones, sobre todo la emoción de llegar.
Ahora todo es comodidad, autovías valladas y aire acondicionado.
Eso sí, los servicios de las gasolineras están mucho más practicables.
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