08 noviembre, 2006

3EL PRECIO DE LA VIDA




Si hay algo verdaderamente íntimo en la vida de una persona, es una factura. Hasta el más trivial y arrugado ticket del supermercado se revela como una fiel y tozuda radiografía de nuestra historia. Facturas torpemente compartidas, cifras enlatadas de compras de anochecer, estrambóticos y enigmáticos tickets del chino de la esquina, y como no! tenebrosas facturas de final de mes.
El otro día descubrí que el cine cuesta lo mismo que una lata de Habitas "baby" fritas en aceite. (por cierto, si las rehogáis con ajo y un poco de jamón están buenísimas), también cuesta lo mismo que un corte de pelo en oferta en peluquerías dignas de Tim Burton. O lo mismo que un billete de metro de un día (Downtown) en Londres.
Ando detrás de un sillón para el taller, pero me he dado cuenta que por el mismo precio me puedo comprar un viaje-paquete cerrado de tres días a Roma con hotel incluído, aunque quizás me decida por ahorrar hasta el último euro y comprarme un castillo en el Ampurdán como hizo Salvador Dalí, más conocido como "Avida Dollars" todo un maestro del surrealismo y pionero de la especulación artística y la poética del dinero.
Otro artista con fama de tacaño era Picasso, a pesar de haber sido rico en vida, llevaba los trajes raídos y cuenta Brassai, en sus conversaciones con Picasso, que una visita a su estudio era como viajar a la misma Siberia. POr lo visto puestos a elegir, prefería pagar el precio de la fama y las cenas con actores y artistas del circo, que el del carbón o el sastre más elegante de París.
Vivir o morir, ¿qué precio estás dispuesto a pagar? dicen en las películas de SAW... (acaban de estrenar la número 3). Desde luego la primera parte de la saga está muy bien, un guión buenísimo, con imágenes nacidas del más siniestro subconsciente. Si tuviera más de 60 años, podría ir a verla por 1 euro los martes, pero seguramente a esas alturas, también tendría que pagar facturas de médicos y pastillajes diversos, y quien sabe si el precio de alguna decisión equivocada, así que puestos a elegir, pagaré por hoy el precio de no haber dormido suficiente y quien sabe si el de una cuantas fotocopias para el taller.
POr cierto habéis visto el precio de las fotocopias...
Ciao, Patbel

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Patbel o trasunto de Luzbel, te adoramos. Escribe siempre tú, Oscar es aburrido.

Anónimo dijo...

Ya sabéis, los martes no hay cine. Entre carraspeos, toses, gargajos, anginas de pecho y subidas de azucar, seguro que con tanto viejo las películas cobran otra luz.

Anónimo dijo...

Jaajjjjajja, muy bueno severo!1

Anónimo dijo...

Lo mejor es ir al cine y estar completamente solo en la sala, para eso hay que ir de lunes a miércoles a la sesión de 22:30h. y si es solo mejor que mejor. Nada como disfrutar el cine (que por cierto se ha convertido en un artículo de lujo) sin comentarios molestos, ruiditos de bolsas ni toses varias. Zambullirse de lleno en la historia que nos cuentan, sea para bien o para mal, disfrutar de ella o pasarlas realmente putas (caso de Saw, gran descubrimiento del terror gore postmoderno, ciertamente)y sobre todo y por encima de todo (algo que muy pocos saben valorar en toda su dimensión) dejar que el SONIDO de la sala nos haga retumbar las vísceras...sólo un buen cinéfilo podrá corroborar que un mal sonido (sea por bajo volumen o por distorsiones indeseables) puede deslucir una película tanto como un exceso de sal un buen plato de lentejas. Por lo demás tendremos que dejarnos seducir por la sociopatía galopante del asesino de Saw una vez más, y con mucho placer!....

Anónimo dijo...

Oye, bonita ¿dónde se puede cortar una el pelo por ese precio que dices?

Anónimo dijo...

No conocía esa película. Gracias por la sugerencia .. :)

Anónimo dijo...

te lo corto yo mejor, que tengo mano!! y sin tasas!

Anónimo dijo...

Si os gustan las experiencias cinematográficas impactantes probad a ir un dia entre semana a la filmoteca.Cuanto mas frío, lluvia, granizo o ambiente desapacible haya en el exterior, mayor es la variedad de frikis, cinéfilos o no, del interior.
Importante, el programa debe de ser algo así como "nuevos valores del cine kazajo", nada de éxitos de taquilla como Visconti,Mann,Sjöstrom o Sharunas Bartas(jeje).
Creedme, las toses, ronquidos y pedos de los indigentes que se resguardan del frío por un euro y pico aportan unos matices que en los estrenos del Palacio de la Prensa o del Callao no existen.
En estos suenan las palomitas los kitkat y los últimos sorbos a la coca(cola).

Anónimo dijo...

Qué manía le tenemos a la Coca-Cola, eh!
¿Sera una de las condiciones que debe cumplir todo buen progresista?
En fin, Igantius, me alegro de saberte por aquí de nuevo.

Anónimo dijo...

Gracias, Guicciardini, voy y vengo dependiendo del trabajo y de la conexión a internet, las dos son cambiantes.
Es una cuestión de gustos, me encantan los kitkat y soporto las cocacolas mientras no superen los 20 dbs, mas o menos el ruido de las hojas de los árboles(con poco viento).Esto en una sala de cine, fuera, que cada uno coma,beba,aspire o chupe lo que le apetezca.Ya se encarga la administración y las mentes bienpensantes de decir lo que está bien o mal.Sin acritud, que decía un sospechoso de progresista.
Por cierto Pat, si me puedo escapar a Tanger antes de diciembre, tendrás nuevas especias para rehogar las habitas.
saludos

Anónimo dijo...

gracias Murnau (por tus pelis también), hice una vez las habitas con albahaca y morcilla, ya se que la mezcla es algo bizarra pero quedaron muy bien, aún así me encantaría experimentar con nuevas especias, he visto una receta de pollo con piña, como ves la mezcla? me gustan las recetas con fruta, lo de dulce y salado vamos.
quien pudiera escaparse a Tánger!!!
besos Pat.

Anónimo dijo...

Suena muy bien esa mezcla de habitas, albahaca y morcilla. En cuanto al pollo con piña, admite mil variaciones, tengo alguna receta de indonesia que lleva gengibre, lemongrass, leche de coco y guindilla. La hice una vez hace tiempo y estaba de muerte.
Tambien puedes caramelizar la piña con azucar moreno, seguro que te sale alguna variante deliciosa.
besos

Anónimo dijo...

Querido Ignatius:
Estas no son horas de hablar de comida que luego pasa lo que pasa.
Espero que todo te vaya bien.

Anónimo dijo...

jaja, por no salir desayunados como dios manda, comer pezqueñines y no hacer caso a todos esos buenos consejos que los varios "grandes hermanos" colocan en inútiles marquesinas estamos como estamos(yo muy bien, gracias).
Siento decirte que en este momento tengo en el fuego un hibrido entre feijoada y puchero andaluz que estoy seguro prohibirian , o desaconsejarian, todas las paradas de autobus de aquí a Vladivostok.
Saludos (con ina manzanilla y unas aceitunas)