12 noviembre, 2008

CONSPIRACIONES


En parte, la culpa es de ellos, de los árboles.
No son nada discretos y resulta muy sencillo seguirles el rastro de sus citas clandestinas.
Les falta talento para la conspiración.
Todas las mañanas se sabe donde se han reunido la noche anterior por el rastro de hojas que dejan a su alrededor, como si fueran las colillas y el humo de los empedernidos jacobinos.
Cómo va a triunfar así la revolución!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, yo los he visto esta noche, estaban en la esquina bajo mi casa, no eran muchos pero tenía cara de pocos amigos.

Anónimo dijo...

Yo también los vi. Pasaba bajo tu caso, por casualidad y... seguí de largo.

Anónimo dijo...

La conspiración conlleva riesgos y si no que se lo pregunten a Dante...

Anónimo dijo...

Ah, mi querido Dante...! ¡Cuánto te echo de menos!

Anónimo dijo...

"non ti curar del coche, ma guarda e passa..."

Anónimo dijo...

queria decir de ellos, los arboles, pero estaba todavia pensando en el coche de antes.
serà por la peli que acabo de ver...