Se ha levantado viento.
¡Mentira!
Todos los presentes lo hemos visto: ¡El viento no se ha levantado! ¡Ha descendido sobre nosotros! ¡Se ha lanzado en picado! ¡Me han oído!
-¡No le oímos bien con este viento! - leo en los labios de alguien que a lo lejos me responde.
Los músicos habían dejado todos los instrumentos apoyados en la acera con las boquillas hacia arriba y de pronto... tubas, fagot, trompetas y trobones, flautas y flautines, clarinetes y obóes sonaron a la vez.
El viento ha descendido sobre nosotros como la manifestación de un Dios, como el espíritu divino, como el don de comprender en todas las lenguas y de hablarlas a la vez, como el azul que se encierra y alienta el corazón de toda llama, como un golpe encima de la mesa, como una decisión inesperada, como una respuesta.
El viento nos despeina, nos despierta, aparta todo el enramado hasta colarse por nuestras orejas y allí, en el mismo puto centro geográfico del cerebro, posa el huevo: el nous.
Creo que ahora ya sé el sentido de las obras. Os lo diré el próximo día. Ahora dejadme que me caliente un poco.
¡Mentira!
Todos los presentes lo hemos visto: ¡El viento no se ha levantado! ¡Ha descendido sobre nosotros! ¡Se ha lanzado en picado! ¡Me han oído!
-¡No le oímos bien con este viento! - leo en los labios de alguien que a lo lejos me responde.
Los músicos habían dejado todos los instrumentos apoyados en la acera con las boquillas hacia arriba y de pronto... tubas, fagot, trompetas y trobones, flautas y flautines, clarinetes y obóes sonaron a la vez.
El viento ha descendido sobre nosotros como la manifestación de un Dios, como el espíritu divino, como el don de comprender en todas las lenguas y de hablarlas a la vez, como el azul que se encierra y alienta el corazón de toda llama, como un golpe encima de la mesa, como una decisión inesperada, como una respuesta.
El viento nos despeina, nos despierta, aparta todo el enramado hasta colarse por nuestras orejas y allí, en el mismo puto centro geográfico del cerebro, posa el huevo: el nous.
Creo que ahora ya sé el sentido de las obras. Os lo diré el próximo día. Ahora dejadme que me caliente un poco.
15 comentarios:
Dile ya de una vez, que llevas varias semanas con el rollo de la obra nos estás comiendo la cabeza.
Sí, da la impresión de el viento te ha afectado, mistagogo. Pese a ello, no pienso siquiera en abandonarte.
vientossss
vientoosssssss
vientooosssssssss
vietooooosssssssssssssssss
vientooooosssssssssssssssss
Principe Vlad del Piornal.
vientossss
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Principe Vlad del Piornal.
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Principe Vlad del Piornal.
No me di cuenta hasta que fue demasiado tarde. Pero sí, tienes alma de vampira.
hay demasiado viento para decir algo que tenga sentido
Y qué sentido tuvieron mis palabras en los primeros milenios? Ninguno.
Y sin embargo, los hombres, siempre tan dados a creer, se lo encontraban.
Así que esto podria ser el dia para decir cualquier cosa, y todo el mundo se lo va a creer. Interesante. me lo voy a pensar...
Y por cierto, si alguien me va a decir "pero esa es una mentira!", puedo contestar "lo siento, ha sido por el viento".(tambien con rima)
Dices por mí lo de vampira, Johnatan Parker?
Viento, viento, levanta las faldas de las castas mujeres para que así les veamos sus deliciosas nalgas!
Si son muy castas llevarán enaguas, fajas y otras medidas de contención. Crevel, necesitaras un viento de más de 60 nudos para conseguir ver algo. Suerte
Algo que despierta. ¿Ha dejado de soplar el viento?
Yo, a veces, escucho esa orquesta. Al oírla, un escalofrío suele hacerme temblar.
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