
Ella ha dejado la almohada en la cama para que crean que sigue durmiendo. Pero se ha escapado tras su amante.
Desciende al Infierno. No le importa.
No se perderá en el dédalo de galerías que conducen hasta él.
Mientras, arriba, en la superficie, todo está cubierto por un cristal de hielo.
Su madre, al despertar, se ha dado cuenta del engaño.
La busca, a voces, desesperada, a la luz del día.
Hasta que no aparezca no habrá más vida.
Desciende al Infierno. No le importa.
No se perderá en el dédalo de galerías que conducen hasta él.
Mientras, arriba, en la superficie, todo está cubierto por un cristal de hielo.
Su madre, al despertar, se ha dado cuenta del engaño.
La busca, a voces, desesperada, a la luz del día.
Hasta que no aparezca no habrá más vida.
6 comentarios:
No parece tan malo el infierno, hay también algo de luz y una ventanilla. Y una simpatica guía.
En ques estaba pensando Dante??
No creo que hable del infierno de Dante, parece mucho más antiguo y lejano, huele a mito.
Bueno, bueno, bueno...
ya veo, Lila y Anónimo, que nadie más se ha atrevido a acompañarnos a aquí abajo. Qué le vamos a hacer. El miedo es libre. Ellas y ellos se lo pierden.
Espero que Caronte no lleve el gorro por la humedad! Ya el infierno es un lío, y con dolor de cabeza...uff!
pero..qué pinta la madre en todo esto...
¡Anda Cohen!, perdón Salinas...saca tus poesías...
επιτυχημένη διαδρομή
cuidadín, cuidadín por las islas
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