09 enero, 2008

DOS

Ni siquiera se preocupó de fijar unas coordenadas en el programador de rumbos. Sabe que no hay otro destino posible que el que elige el azar, ni tampoco mejor viento.
Alguien le habló de la lealtad a los recuerdos. Fue en una lengua del pasado que todavía necesitaba del alfabeto para sostenerse en pie. Lenguas anfibias que, sin embargo, no alcanzaron el peldaño evolutivo de las alas.

La nave se inunda de serenidad en estado líquido. Ahora es consciente de que él y sus perseguidores, cuando lleguen, habrán de pasar por el detector de recuerdos para entrar limpios, y que a continuación, se les entregará una cartilla con hologramas móviles para aprender la correcta utilización de los cubiertos.


Sabe también que ningún cielo es eterno, tampoco el de plástico verde de las tiendas de campaña en las noches de verano en el planeta Tierra.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Dóoonde vaaaasssssssss??!!!
Bonito texto,
parece hecho sin calefacción.

Anónimo dijo...

A donde yo voy sólo pueden seguirme los camellos capaces de pasar por el ojo de una aguja.
Pero allí no habrá frío.

Anónimo dijo...

Anda Argonauta!!!!!!!!!Que si monto un camello y le pincho con un aguja....seguro me va a dar un empujon que me harà llegar antes....
En la vida solo tienes que saber "como" ultilizar las cosas, tambien las mas inutiles.
ignyyyyyy arranca el cammelloooo!

Rafa R. Palacio dijo...

el año que viene, o el siguiente, o el otro, o un año cualquiera llevo mi brújula a arreglar.
Lila, ando por Oviedo, haciendo de canguro de mis sobris, tengo el camello en el taller, pasando la revision previa a cruzar el desierto

Anónimo dijo...

vaya, autocensura o arrepentimiento???

Anónimo dijo...

Meglio il rimorso di averlo fatto ...che il rimpianto di non averlo fatto (en este caso "dicho").
Se que te gusto cuando hablo en italiano..cangurito!

Anónimo dijo...

No he llegado a ver el comentario suprimido, ya sabes ese dicho de "la curiosidad mató al canguro, o era al gato?

(me gusta escucharlo, especialmente al oido)

Rafa R. Palacio dijo...

Trabajé el aire,
se lo entregué al viento:
voló, se deshizo,
se volvio silencio.
Por el ancho mar,
por los altos cielos,
trabajé la nada,
realicé el esfuerzo,
perforé la luz,
ahondé el misterio.
Para nada, ahora,
para nada, luego:
humo son mis obras,
ceniza mis hechos.
...y mi corazón
que se queda en ellos

Angel González, seguro que en esta o en la siguiente cosmia Oscar le dedicará algo, y habrá sentido su muerte como uno de los suyos.
Algo bueno tienen las muertes de poetas y escritores, sus libros aparecen en los escaparates al rebufo de la publicidad gratuita de las esquelas

Oscar M. Prieto dijo...

"No te preocupes pequeña estrábica.
Contempla el mundo
y rompe los espejos"
Nunca olvidaré la primera vez que habló con él: la sonrisa no cabía en mi cara, de lo grande que era, las manos me temblaban, me temblaba la voz y el corazón, en lugar de temblar, latía con la violencia que imprime a la sangre la cercanía del misterio.
El auténtico misterio de ser un hombre.
Descanse en paz.

Anónimo dijo...

No te pierdes una y lo malo es que te pillan en las fotografías:
http://www.elmundo.es/albumes/2008/01/14/homenaje_umbral/index_4.html

Anónimo dijo...

Hay que copiar la dirección y una vez en la página darle a entrar. Foto número 4