01 marzo, 2013

CAMILLE



Aunque estuvieron a un metro o un segundo de cruzarse,
los pasos de ella la subieron a un tren que partía de la Gare de Bordeux St. Jean
y los de él -que acaba de bajar de otro en la misma estación- se perdieron en el laberinto de rues y de places en las que pretendía encontrarla.
Por un metro o un segundo,
nunca llegaron a encontrarse.
Por un metro o un segundo también se pierden cosas muy importantes en la vida. 
Hubiera bastado con que uno de los dos girara sus ojos 
para verse.
Pero... no se cruzaron. Sus pies siguieron direcciones diferentes.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué historia más triste. Pero sí, es cierto que a veces pasa eso.

Anónimo dijo...

Pues a mi no me parece triste , dejar las cosas al azar, que fluyan , si tiene que ser será .

Anónimo dijo...

el azar domina nuestras vidas. Así que estaría bien que no nos sintiéramos demasiado culpables.

Fernando F. M. dijo...

quizá el azar los cruce en otro momento sin que entre ellos se interponga un segundo o unos metros, pero para entonces puede que sean otros ( "cómo seré yo cuando ya no sea yo...")y decidan de nuevo seguir diferentes direcciones

Tura dijo...

Los pies pueden dirigirse donde quieran, pero los corazones son como las cabras y siempre tirarán al monte.

75 dijo...

Mientras ellos no sepan que estuvieron a punto de cruzarse todos felices...

Juan Jo dijo...

LA FUERZA DEL SINO

Hay sueños que caminan en sentido contrario,
corazones que laten guardando las distancias
y labios que al mirarse en el espejo a diario
se despegan poniendo cara de circunstancias.

Hay recuerdos que bailan el tango de la duda,
olvidos que circulan por dirección prohibida
y más de una verdad de certezas desnuda
que por los Pirineos deambula malherida.

Hay veces que el destino viaja sin rumbo fijo
subiéndose a los trenes en marcha y sin billete,
es del capricho hermano y de la fortuna hijo.

En sus manos a veces somos como un juguete,
quizá una marioneta o acaso un acertijo,
tal vez un melodrama o puede que un sainete.

Anónimo dijo...

Quizás el destino tenga reservada una sorpresa para ellos, quizás aún no estaban preparados para que sus miradas se encontrasen y sus corazones latiesen al mismo ritmo acompasado... aunque está claro que si tienen que volver a cruzarse el uno con el otro por el mismo camino, en ese instante sus miradas se encontrarán como si fuese magia y sus corazones despertarán a una nueva realidad.

Saludos, que vaya todo bien.

R.S.B.