14 julio, 2012

LA CULPA ES DE UNO CUANDO NO ENAMORA...




La culpa es nuestra. No nos engañemos. La culpa es nuestra y de nadie más. La democracia exige al ciudadano. La democracia para sobrevivir, es fatigosa, no sale gratis, quiere, necesita, reclama el esfuerzo de todos, la constante, permanente y celosa atención. 

Pero no exclamemos ahora con un grito ignorante, irresponsable: yo no lo sabía. Todos los sabemos. Todos sabemos en nuestra vida privada y particular (los griegos tenían un término para nombrar a aquel que en lugar de convivir como ciudadano se dedicaba a sus asuntos: IDIOTA) que hay que exigir cuentas y responsabilidades cuando encargamos un trabajo o servicio y nos lo entregan o realizan. Es lo que se llama la "revisión de entrega de obra". Bien, pues esto tan de sentido común, esta naturaleza de fiscal cuando se trata de algo que nos incumbe a nosotros mismos, hemos olvidado ejercerla, dejado de ejercerla, por pereza, vagancia, ignorancia, cuando se trata de aquello que nos afecta por encima de todo, a todos, a todos nosotros, quiero decir, nunca hemos pedido cuentas a quienes han ejercido y profanado el sagrada ejercicio del poder político cuando se van. Así nos luce el pelo. Exijamos cuentas a todo el que en algún momento ha tomado alguna decisión, por pequeña que sea, que afecte al conjunto y al todo. Los griegos -qué pensarán aquellos griegos viendo ahora a sus descendientes....- lo hacían con sus estrategos, no importaba que ganarán o perdieran la guerra, si no habían obrado conforme a las normas, eran condenados al ostracismo o, en el mejor de los casos, a muerte.

Pero claro, eso exige un esfuerzo constante por parte de cada uno de nosotros. La democracia exige de nuestro constante esfuerzo y sacrificio para funcionar, sino, pasa lo que está pasando, una degeneración perversa y perniciosa de la misma, de lo público, aquello que Platón llamara demagogia y también teatrocracia. 

Así que, y ya termino, la culpa es nuestra por haber dejado lo público, lo que a todos nos incumbe, en manos de unos mequetrefes. Somos reos de haber permanecido en el sofá mientras sabíamos o ignorábamos -son igualmente comportamientos delictivos- que estaban desmantelando el espacio y las condiciones que posibilitaban una mejor convivencia. Y no hicimos nada. 

No saltemos ahora por unos cuantos recortes. El tema es mucho más grave y va a exigir de nosotros que nos enfanguemos un poco má,s hasta dejar bien limpia la clase política, la casta de políticos codiciosos y lamentables que hemos dejado crecer en nuestro huerto como malas hierbas, hasta que lo han invadido todo. No se trata de lo fácil de criticar ahora a la derecha. Esto clama una catarsis completa, reclama una avioneta con suficiente sulfato para erradicarlos a todos. La memoria corta es tan perversa como la falta de miras.
Ahora sólo queda un camino si queremos recuperar la dignidad y tener alguna causa (después de haber desperdiciado tantas...): LA REVOLUCIÓN
Salud

Ps: En el día que se cumplen 123 años de la Revolución Francesa

9 comentarios:

F. T. dijo...

VIVA HONDURAS!

Anónimo dijo...

Sangre y fuego!

Anónimo dijo...

Muy bueno. Podemos pedir a Juan carlos, el piloto de camposagrao, el helicóptero para fumigar a toda esa casta parasitaria...

Juan Jo dijo...

VENIR A CUENTO

De aquellos polvos vienen estos partos
de aquellos “trajes” esta desnudez,
de aquel colesterol estos infartos
de aquel “buen color” esta amarillez.

De aquel bochorno vienen estos fríos,
de aquella anestesia este despertar,
de aquel todo vale estos desvaríos,
de aquellos “untos” este muladar.

De aquel momento vienen estos “ratos”,
de aquellos “eres” este ya no somos
y abundante truhán de tomo y lomo.

De aquellos humos viene esta tos,
de tal viva la virgen tal sindiós
y cada día cientos de maltratos.

De aquel hermano este “por mi hija mato”.

Anónimo dijo...

El mundo tal cual lo conocemos está cambiando... si nuestros representantes políticos elegidos democráticamente fuesen honestos y transparentes quizás las cosas fuesen mejor... pero no nos olvidemos quizás hemos permanecido en silencio demasiado tiempo, y ahora es el momento de realizar una revolución no sólo dura y costosa para todos sino también a nivel intelectual y aprender a ser más solidarios con el que tiene menos... una opinión como otra cualquiera, sin más pretensiones, saludos navegantes...

Anónimo dijo...

Muy bueno, muy bueno...

Robes-pié dijo...

Hierva con v...uummmmm...maravillosa revolución!! abajo la tiranía ortográfica!!

O. dijo...

Gracias, Robes-pié. Qué me corten la cabeza! Salud

Anónimo dijo...

Creo que era García Márquez quien defendía la supresión de ortografía. No me opongo, pero primero suprimamos los partidos políticos.