07 febrero, 2011

REVOLUCIÓN


La noticia se propagaba a la velocidad de la luz.
Ni siquiera el éjército de pájaros podía hacer nada para evitarlo.
Por más que se empeñaran.
Todas las revoluciones comienzan así.
Ahora sólo falta encontrar un rey a quien cortarle la cabeza.

4 comentarios:

BISBAL dijo...

No veo las pirámides....

Alice dijo...

qué le corten la cabeza!

Ignacio J. Rivas dijo...

al final siempre se encuentra......te sigo paisano!

Pandora_cc dijo...

Me encanta. El texto es magnífico y la imagen acertadísima.