05 octubre, 2010

REGRESO

Había que seguir.
Pero quién sabía a dónde.
A dónde ir, después de aquel tesoro?
Después de la isla.
Entonces recordó, quizás la voz de su abuela.
Y decidió enviar dos gaviotas.
Pero las gaviotas nunca regresaron.
Es más, el mistagogo siempre supo que las aves no regresarían.
Pero no le importaba porque tenía el valor de un símbolo, de un mito o de pura memoria.

16 comentarios:

Volver a los 17 dijo...

UUUAUUUuuaauuu!!!
Cuando ya todos te dábamos por muerto vas y te descalabras con este nuevo formato...genial, todo!
Impecable.Las letras en la foto de cabecera...la foto, esa cabezudo original...esa mirada...
Maravilla el poema.
bien por este vuelo.
No importa que las gaviotas no vuelvan, quizás nunca se fueron muy lejos...

Cavallo dijo...

Me quito el sombrero.
Bravo!
Ahora podremos orientarnos saltando de cuadro en cuadro o bailar ska.

Berthe dijo...

Entonces, no me voy de viaje, si ya estáis de nuevo aquí. Hay sitio para mí?

Lostreinta dijo...

Por qué a los 17, Volver a los 17?
Qué tienen de especial los 17?

Pisco Souer dijo...

"Volver a los 17
después de vivir un siglo
es como descifrar signos
sin ser sabio competente,
volver a ser de repente
tan frágil como un segundo
volver a sentir profundo
como un niño frente a Dios,
así es como me siento yo
en este instante fecundo"

Violeta Parra...

heliodoro dijo...

un pisco sour por favor, en coctelera, por supuesto y con poca canela
ps. los ajís pican como demonios

Anónimo dijo...

Creo que este otoño, yo también me iré a Patacosmia.
Allí no cambian la hora, verdad?

Anónimo dijo...

¿cuando se cambia la hora?

3M dijo...

El 31 de octubre.
Qué bien estar por aquí otra vez!

Anónimo dijo...

pensé que aun seguias recogiendo moras...

Mille dijo...

Bien, y dónde vamos?
Hace falta llevar agua o paciencia?
Encontraremos el amor?
Dime, y decido si saco billete o no.

Papichulo dijo...

Tienes que llebar un pingüino bajo el brazo y una zapatilla de cuadros de esas de abuelo...
puedes cantar mientras buscas el amor...
no te aseguro nada.

Una dijo...

...Nunca te había visto así...
Tan confiado,
tan inocente.
Puedo ver tu frente y seguro que sonríe.
Me alegro de que te vayan bien las cosas.

Una Thurnan dijo...

No lo dirás por mí, Una?

Lila dijo...

Yo vuelvo a decir que compartimos barrio y calle y es para mi un gran honor imaginar o ver a este hombre, y por supuesto amigo,...andar, como anda él...con paso firme y ligero al mismo tiempo.

Oscar dijo...

Sinceramente, no tengo ni idea de quién se está hablando así. Pero estoy convencido de que no es de mí. Precisamente hoy...
En cualquier caso, me alegra que estemos todos por aquí y que siga llegando gente nueva.
Salud