11 marzo, 2010

GOTAS DE COLIRIO


Por más que se trate de la misma puerta por la que uno decidió un tarde irse -o le llevaron a la fuerza o con promesas-, uno nunca regresa al mismo espacio o amor del que se fue. Como tampoco regresa nunca la misma primavera y aquellas golondrinas murieron hace ya generaciones.
En realidad no se podría afirmar que exista siquiera la posibilidad de regresar, uno mismo, el mismo que se fue.
No, creo que no es posible.
Salvando esto, tal vez fueron las gotas de colirio que se había echado en ambos ojos antes de salir de nuevo a la luz.
El caso es que todo le parecía más pequeño.

9 comentarios:

Justine dijo...

Pero si es Constantinopla!!

Sade dijo...

Tú crees, Justine? Qué te sucedió en Constantinopla para que mires donde mires viajes donde viajes no veas más que Constantinopla?

Lucy in the Sky... dijo...

Seguro que se trataba de colirio? No sé, no sé....

Heliodoro dijo...

Constantinopla de Orbigo, el Bósforo queda justo detrás, y el minarete que se ve al fondoha perdido su esbeltez debido a una dieta hipercalórica de chorizo y panceta

La MALDición del Escorpión de Jade dijo...

CONSTANTINOPLA!!

Berthe dijo...

Escorpión a mí tú no me hipnotizas, ya te gustaría...
Pero sí, también existe una palabra que con sólo pronunciarla me domina. ¿Cuál será?

Anónimo dijo...

Haz como el sol que nace cada día sin acordarse lo que pasó la noche anterior

Rosenvinge dijo...

Cuando vuelvo a casa intento recordar/ que era lo que anoche tenía que olvidar/ fui yo la apuñalada o yo clave el puñal/ ya es mañana qué mas da

Milpedazos dijo...

Me encanta Rosenvinge!