
Él conoce la pasta de la que estamos hechos.
Sabía que tarde o temprano alguien cantaría.
Ni siquiera a tenido que pagar mucho por ello. El precio se puede considerar que ha sido bajo.
Tan sólo le ha pedido que la cita tuviera lugar en un lugar apartado y mejor de noche.
"Si no es posible de noche, me conformo con que sea al atardecer" -le había dicho.
Y el Otoño sonrío antes de colgar el auricular.
Se acaba de ir. Todavía no es consciente de la vergüenza que llegara a sentir por lo que acaba de hacer.
Se ha convertido en un delator.
El Otoño sonríe -quizás, no sin cierta amargura- mientra lo mira perderse en la tiniebla. Conoce la pasta de la que estamos hechos.
Y ahora ya tiene también la información que le faltaba.
Nada lo detendrá
Sabía que tarde o temprano alguien cantaría.
Ni siquiera a tenido que pagar mucho por ello. El precio se puede considerar que ha sido bajo.
Tan sólo le ha pedido que la cita tuviera lugar en un lugar apartado y mejor de noche.
"Si no es posible de noche, me conformo con que sea al atardecer" -le había dicho.
Y el Otoño sonrío antes de colgar el auricular.
Se acaba de ir. Todavía no es consciente de la vergüenza que llegara a sentir por lo que acaba de hacer.
Se ha convertido en un delator.
El Otoño sonríe -quizás, no sin cierta amargura- mientra lo mira perderse en la tiniebla. Conoce la pasta de la que estamos hechos.
Y ahora ya tiene también la información que le faltaba.
Nada lo detendrá