Había oído hablar tanto del invierno que,
cuando hacía ya meses que sus hermanos aguardaban embotados la ocasión en que serían invitados a la cocina,
cuando hacía ya meses que sus hermanos aguardaban embotados la ocasión en que serían invitados a la cocina,
nuestro tomate -movido por una insana curiosidad-encontró la manera de ocultarse en la planta y esperar.
Quizás, su último pensamiento fuera si había merecido la pena conocer la primera helada.
3 comentarios:
La curiosidad mató al tomate.
Embotarse o morir...
MANERAS DE MORIR
Muere el día con la noche,
el triunfo con el empate,
de frío muere el tomate
y el amor con el reproche.
Muere en su alarde el fantoche,
el soldado en el combate,
con razón muere el dislate
y el cutre con el derroche.
Empuñando una pistola
y más temprano que tarde
de miedo muere el cobarde.
En la orilla muere la ola
y en Patacosmia confieso
que muero yo por tus huesos.
Publicar un comentario