Un pequeño relato que nos transmite una lección simiesca.
Si os gusta, comed un plátano.
Si no, comed una manzana.
Pero os guste o no, no dejéis de comer siempre siempre siempre, mucha fruta.
Algún día agradeceréis este consejo.
DE CUERDAS Y BANANAS (pinchad en el enlace)
1 comentario:
Qué cierto! Cuánto tenemos que aprender de nuestros antepasados! Yo voy a seguir con la fruta de verano...que está durando más que éste.
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