Seguramente se dió cuenta un mediodía, cuando el sol cae en vertical y no deja a las sombras resquicio por el que respirar ni branquia.Sí, un mediodía.
Si se iba a dedicar al olvido y a la Geometría, lo haría a fondo, hasta las radicales consecuencias.
Con este impulso, entregado a un olvido frenético y a una vertiginosa reducción de todas las formas, de pronto se le manifestó con forma de certeza, cuando borraba con nieve el último segmento perpendicular que le quedaba, que nunca podría reducir la línea recta, último reducto y principio de la Geometría, ni olvidar su nombre, principio primero de toda memoria: el nombre de ella.
13 comentarios:
¿Pudiera ser utopía del día a día?
Saludines utópicos, Irma.-
Llámale como quieras, a mí me parece falta de coraje o amor, ..., tú mismo.
falta de coraje o amor, no nos importa, lo que aún no sabemos y queremos saber es el motivos/s por el que ha querido olvidarla, esa es la clave.
No es fácil olvidar, yo le comprendo.
Llorando, llorando se borran los nombres...
Las lágrimas no borran nada. Dejad de llorar de una vez, por Dios!!!!!
"Todos estos momentos se perderán como lágrimas en la lluvia...."
Pero que me estais contando....!
No creo que aquí haya ni drama ni tragedia alguna
¡Qué no hay tragedia!! insensible...como vas a olvidar un nombre así!..te entiendo tanto...
"Robustiana..."
nunca pasará suficiente tiempo para que lo olvides...
Olvidar su nombre....borrárselo...lo peor que se puede hacer a alguien...
No me seas malo.
Cada día escribes mejor...
"Diciendo una vez más
si no me enseñas tú no aprenderé
diciendo una vez más existe un último
atardecer de últimas veces
últimas veces de mendigar
últimas veces de amar
de saber no saber simular
un último atardecer de últimas veces de decir
sino me amas nunca seré amado
si no te amo ya no amaré nunca"
Más que desorden, menudo lío....
Se me ocurren cosas peores que borrar un nombre.
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